Primer Encuentro de Convivencia Escolar de Padre Las Casas
Buscan fortalecer habilidades sociales de toda la comunidad educativa para promover una mejor salud mental dañada por la pandemia
La pandemia golpeó duro a la comunidad educativa y las repercusiones se manifiestan en estudiantes y profesores con altos niveles de ansiedad, crisis de angustia y problemas de adaptación. Esos síntomas son las que los equipos de convivencia escolar intentan amortiguar y cuyo diagnóstico fue compartido en el Primer Encuentro de Convivencia Escolar, que organizó el programa Habilidades para la Vida, HPV que desarrolla la Municipalidad de Padre Las Casas, que integran 16 establecimientos educacionales de la comuna municipalizados y particulares subvencionados.
“Esta actividad es la consolidación de toda la labor que hemos realizado en el año con este programa, que se desarrolla gracias al convenio vigente durante más de tres años entre el municipio y la Junji. Trabajamos a través de los dos módulos de Habilidades para la Vida, que integran todos los ciclos escolares básicos, en el cual se hace un trabajo mancomunado enfocado no solamente en los alumnos y en el aspecto sicosocial, sino además a los docentes y profesionales para consolidar una red al servicio de los educandos”, manifestó Ana María Torres, jefa del departamento de Bibliotecas del programa Apoyo a la Educación de la Municipalidad de Padre Las Casas.
El programa Habilidades para la Vida, es liderado por la trabajadora social, Marta Carrasco y la sicóloga Yeny Miranda, quienes desarrollan la iniciativa para mil 200 estudiantes y toda su comunidad educativa en forma transversal, entregando herramientas y habilidades a los profesores, apoderados y estudiantes, por lo tanto, en sintonía con los mismos temas y contenidos para fortalecer las habilidades sociales en el ámbito de salud mental.
PLAN SOCIOEMOCIONAL
“Queremos compartir experiencia, hacer una retroalimentación de lo que se ha hecho en la escuela, ya que nosotros hacemos una intervención con toda la comunidad educativa: los docentes, los apoderados, los estudiantes y no docentes de cada establecimiento, por lo tanto, la idea es reunir esas experiencias y centrarnos en los objetivos para el 2022, por eso, hoy trabajamos específicamente el plan socioemocional, que se desprende del departamento de Educación, podemos hacer una parrilla programática de actividades con la comunidad educativa y convocarlos con objetivos claros”, puntualizó la encargada del programa Marta Carrasco.
La sicóloga Yeny Miranda entregó una mirada de la realidad actual de los profesores: “la verdad es que este gremio ha sido muy golpeado por sobrecarga de trabajo en pandemia. Nosotros hemos desarrollado con ellos, talleres mensuales de autocuidado tanto físicos como emocionales, de catarsis, de emociones, de estrés, de proteger la salud mental”, dijo.
Sobre los alumnos, Miranda profundizó que “han tenido muchas crisis de ansiedad en este tiempo de pandemia, con miedos excesivos, con ciertos temores infundados en redes sociales, entonces, a la hora de entrar al colegio, son niños mucho más inquietos, los más chicos, lloran mucho o simplemente no quieren ir al colegio, se han visto afectados en el ánimo, en la ansiedad que se ha incrementado”.
Y los profesores arrastran una carga larga de trabajo, que ha aumentado con las jornadas de trabajo híbridas, con internet y presenciales, se han visto sobrepasados, especializándose en cosas que tal vez no estaban acostumbrados, entonces, la ansiedad y el síndrome de Burnout ha aumentado en ellos, detalló la profesional.
Así lo confirmó Nelson Garrido, encargado de convivencia escolar de la Escuela Municipal de Ñirrimapu: “el aspecto emocional más dañado de sus alumnos es la ansiedad, provocada por los constantes cambios en el proceso de las actividades que realizan los profesores, sobre todo en el cierre del año escolar, que no cuentan con suficientes evidencias para su proceso de aprendizaje”.
Y para Juan Javier Flores, encargado de convivencia escolar de la Escuela Municipal Fundo Maquehue, los aspectos más afectados fueron las habilidades sociales, “ya que nos apartamos muchos unos de otros, sobre todos los niños que tuvieron muy poca interacción con otros, pero gracias a los talleres, volvimos a tener el contacto tan necesario. Además, el miedo fue el sentimiento más recurrente en pandemia y tratamos de aplacarlo mediante los protocolos y el autocuidado que nos enseñaron en los talleres de HPV para entregar calma a los estudiantes y los apoderados”, finalizó.