Ex director de finanzas de la UFRO entrega su testimonio en torno a la crisis de la UFRO
Profesional afirma que a julio del 2024 no había liquidez para pagar sueldos y que se debió mentir a Contraloría para hacer uso de sobregiros. Hoy mantiene demanda laboral con la UFRO por más de 70 millones de pesos.
Ex director de finanzas de la UFRO, Orlando Delanoe, en testimonio realizado en el marco de millonaria demanda laboral presentada contra la universidad, declara que el descalabro presupuestario que sufre la institución surge durante la administración del rector Eduardo Hebel, en especial, con la gestión del ex vicerrector de Administración y Finanzas, Jorge Petit-Breuilh.
El testimonio fue dado a conocer por el sitio de investigación periodística, CiperChile.cl, el cual da cuenta de una serie de documentos emanados en el marco de la investigación contralora realizada en los últimos meses a la entidad una vez revelada la crisis.
INICIO DE LOS GASTOS
Según el testimonio, que aún se encuentra considerado en proceso, pasado los primeros tres años de la primera gestión del rector Hebel, es el ex vicerrector de Administración y Finanzas, quien toma una serie de decisiones que van en desmedro del presupuesto universitario y respondería a la intención de la campaña por un nuevo periodo administrativo de Hebel y su equipo.
“Es desde aquí que el comienza a tomar sus propias decisiones institucionales en contra de la información financiera entregada por el departamento que dirijo. Esto llevo a que se tomaran decisiones financieras que fueron impactando negativamente a la salud financiera de la institución”, señala Delanoe.
Durante ese periodo, inicio de la pandemia, la Universidad inicia un proceso de contratación de personal y un aumento de las remuneraciones de algunos cargos, sin necesariamente cumplir con los protocolares establecidos; asumiendo una serie de gastos que no tenían parámetros de control.
“Desde la época de la pandemia, año 2019, vengo informando a mi jefatura (vicerrector de Administración y Finanzas) acerca de las malas decisiones financieras que estaba tomando, luego de conversar con la situación de mis subalternos jefes de divisiones a cargo, advirtiéndole que si no buscábamos soluciones para bajar el gasto, esto tendría mal futuro”.
Sin embargo, la decisión de la vicerrectoría, según sus palabras, habría sido no considerar estas advertencias que daban cuenta de esta crisis y las acciones que disminuirían ese gasto.
“El problema resultaba ser político, ya que si el Vicerrector de Administración y Finanzas hubiese tomado alguna de las alternativas para disminuir el gasto, significaba reconocer que la universidad estaba mal financieramente hablando…. Esto me llevó a concluir que esto no se venía bien, ya que los datos que mi departamento tenía es que al año 2023 la liquidez ya no era la que teníamos anteriormente y empezábamos a hacer malabares para poder ir cumpliendo con los compromisos”.
NO PAGO DE REMUNERACIONES
Delanoe afirma que en ese periodo “calló” ante la consulta funcionaria acerca de la real situación de la universidad, sin embargo, la universidad ya no podría cancelar las remuneraciones. “Ya para principios de febrero del año 2024, la universidad no fue capaz de cumplir con sus compromisos de honorarios el 7 de febrero y lo pagamos el 27 de febrero, porque en esa fecha nos llegaron algunos recursos (…) Posteriormente en el mes de abril del año 2024, nuevamente teníamos problemas de liquidez, pero esta vez para el pago normal de las remuneraciones”.
Esta situación llevó a la universidad a seguir aumentando sus deudas hasta que la situación se torno vox populi. El rector, según Delanoe, no se quiso hacer cargo de la respuesta, ni siquiera hablar el tema.
En julio la universidad ya no pudo pagar las remuneraciones, y fue en este momento que se toma una decisión a lo menos escandalosa. “Ya en el mes de julio no podíamos pagar las remuneraciones, esto nos llevó a tomar una última gestión, solicitar permiso para utilizar una línea de sobregiro que teníamos aprobada en el Banco Santander. El VRAF solicita a la Junta directiva su utilización y el señor Contralor envía la carta conductora a la Contraloría General de la República, CGR, para poder tener liquidez y poder pagar los sueldos de julio y agosto, dando como excusa que desde el ministerio no nos habían girado dinero, lo que no era real”
Según Delanoe, en agosto se siguieron usando sobregiros para pagar los sueldos. Al poco tiempo, sería la Vicerrectoría Académica quien tomaría los datos aportados por Delanoe y en septiembre el rector decide solicitar la renuncia al VRAF, Jorge Petit-Breuilh. Pero no saldría de la institución, sino que sería devuelto al IDER (Instituto de Desarrollo Regional de la UFRO).
Al poco tiempo -afirma Delanoe- él es sacado de su cargo, usado como “chivo expiatorio” por la nueva administración de finanzas, esta vez traspasado al funcionario Sergio Salgado en octubre del 2024. Precisando que se le acusó, de los malos manejos de las cuentas de la universidad.
Este hecho lo dejó fuera de la institución; situación que lo llevó a presentar una demanda laboral contra la universidad aduciendo perjuicios y daños, y exigiendo un pago superior a los 70 millones de pesos.