Recuperemos La Patria
Columna de Opinión por Daniel Sandoval, Periodista.
Según la encuesta Cadem de Bienestar 2024, las pensiones no aparecen como uno de los temas principales del país y en los últimos 4 años no ha superado a temas como salud, vivienda, empleo, delincuencia, sueldos, etc. Sin embargo, la previsión cruza temas como sueldos, salud y desigualdad y aparece la estabilidad laboral y económica como la principal aspiración de los chilenos, además marcan, como una insatisfacción con aspectos públicos de la vida, la jubilación que se recibirá en el futuro.
Si una pensión es un aspecto público, ¿por qué cuesta tanto en la derecha comprenderla desde la solidaridad con el 6% adicional que propone la reforma? El objetivo de la reforma, que además no toca el modelo y no lo mejora estructuralmente, busca un acto mínimo de equidad respecto a mejorar las pensiones de los actuales y futuros jubilados, con especial atención en un 1% para un seguro que iguala pensiones entre hombres y mujeres, un 2% para un aporte que se devolverá al trabajador al jubilarse y un 3% para aumentar ahorros en la cuenta individual.
El 70% de las pensiones esta por bajo el sueldo mínimo y según la Fundación Sol en base a datos de la superintendencia de pensiones, la mitad de los hombres que cotizaron entre 35 y 40 años alcanzó una pensión autofinanciada de vejez menor a $316.303 en octubre de 2024. De esto podrán decirnos, “que no trabajaron, que son flojos, que con la reforma el Estado se quiere quedar con tu plata, que no tenemos por qué apoyar las pensiones más bajas, que no es una responsabilidad colectiva” y un largo etcétera. Egoísmo puro y duro.
Estas declaraciones reflejan el anti-patriotismo de no comprender que al ser parte de una nación, eres parte de una comunidad, que habita y comparte un mismo territorio bajo un mismo Estado y que la colaboración y la solidaridad son un pilar fundamental para construir un bienestar común y una sociedad más justa y equitativa. Lamentablemente, las desigualdades económicas y sociales continúan, las tecnologías nos reemplazan día a día, la inestabilidad laboral, las brechas de género no disminuyen, ello y mucho más hacen necesario que entendamos la patria como esa casa común que en la adversidad combate el hambre y la pobreza.
Un llamado en estas fechas a recuperar la comunidad, al prójimo y a la patria, a reflexionar como recobramos este valor solidario en la previsión, aquí la solidaridad no es una opción, es una necesidad en un mundo competitivo y lleno de incertidumbres, sólo así podremos avanzar hacia una patria más humana, con esperanza y cohesionada socialmente.