Publicidad
ActualidadAraucaníaCautínColumna de OpiniónNacionalPolicialPolíticaTemuco

Crítica de series: Lo que se juega en Segunda Vuelta

Se votará por las series "Un nuevo Chile es posible" versus "El retorno del Pinochetismo".

Publicidad Publicidad

Por Jota Jones *

Por alguna especial razón, el guionista responsable de mi existencia y de mi “narrativa”, como dirían en la serie Westworld, de HBO, me puso a escribir esta columna sobre el episodio Segunda Vuelta. Claro, yo soy detective privado, así que comprendo perfectamente por qué lo hizo. No soy cualquier detective: El 2007 salvé al mundo.

Mis andanzas, en particular aquella cuando salvé al mundo, han sido reconocidas por Ramón Díaz Eterovic, confidente de mi colega Heredia. Y también por Dauno Tótoro Taulis, quien está tras las bambalinas de Marco Buitrago: periodista desempleado, cínico y descreído. Y por el Pancho Ortega, exalumno de mi escribiente en la UFRO. Y si no creen, como buen detective, tengo testimonios gráficos.

LA MACRO-SERIE PLAN CÓNDOR

En septiembre del 2013 investigué el suicidio del ex director de la CNI, general Odlanier Mena, quien alegaba su inocencia respecto de la macro-serie Plan Cóndor producida por EE.UU. en coordinación con las dictaduras del Cono Sur de América. Ese guion fue aprobado el 25 de noviembre de 1975 en una reunión en Santiago de Chile entre los coguionistas Manuel Contreras, jefe de la DINA (dependiente directo de Pinochet) y los jefes de los servicios de inteligencia militar de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. La trama giraba en torno al objetivo de suprimir a la izquierda e impulsar el modelo económico neoliberal, generador de la extrema riqueza de algunos y de la extrema pobreza de muchos. Para que fuese más eficaz, había réplicas nacionales del guion macro.

La línea de acción en esta macro-serie (y en cada una de sus réplicas nacionales) era la llamada “guerra sucia” o “psicológica” consistente en operaciones de vigilancia de personas consideradas “subversivas” o “comunistas”, su detención en lugares que no eran cárceles, interrogatorios con tortura, traslados entre países, violaciones, desaparición y asesinato. Además, sus tácticas incluían campañas del terror, montajes, infiltración de grupos ultras, uso de delincuentes para crear “mártires” y culpar al “terrorismo”, etc.   

Su objetivo era —y es, porque las operaciones de guerra psicológica aún se realizan— ganar la guerra en la mente del enemigo. Así, el manual usado por la CIA en 1984 contra las fuerzas antisandinistas reprodujo instrucciones utilizadas por el Ejército de EE.UU. en la guerra de Vietnam. En 1996, fueron desclasificados siete manuales más, esta vez del Pentágono, y en 1997, otros dos de la CIA. Ello en respuesta a peticiones por Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act, FOIA).  

El resultado cuantitativo de esta macro-serie en el cono sur está contenido en los llamados Archivos del Terror hallados en Paraguay en 1992 que registran 50.000 personas asesinadas, 30.000 desaparecidas y 400.000 encarceladas. La mayoría de ellas pertenecientes a movimientos de izquierda, peronismo (en el caso argentino), sindicatos, agrupaciones estudiantiles, profesores, periodistas, artistas, curas de la teología de la liberación y defensores de derechos humanos.

 

LA SERIE RETORNO A LA DEMOCRACIA

Mientras en HBO la serie Westworld está rumbo a su cuarta temporada. Nosotros, en Chile, estamos por entrar al final de la serie Retorno a la democracia (1990-2022) y somos protagonistas de Segunda Vuelta, el penúltimo episodio de su séptima temporada (Piñera II).  Episodio que es clave porque de uno otro modo sería el final de la serie.

Los coguionistas y coproductores de Retorno a la democracia fueron los mismos de la serie Dictadura: Augusto Pinochet y Jaime Guzmán. Después de una larguísima temporada (1973-1990) y de un giro extraordinario en la trama, que fue el episodio del Plebiscito del Sí y el No, tras un acuerdo millonario con los financistas nacionales y transnacionales (quienes estimaban que Dictadura ya no era rentable), le dieron el vamos a la nueva serie Retorno a la Democracia que en lo económico: capitalismo neoliberal generador de extrema riqueza y de extrema pobreza, sería como la anterior, pero con formato democrático.

Aunque los personajes de Dictadura al principio se resistían al nuevo formato, como el “ejercicio de enlace” para sepultar el episodio de los pinocheques, uno de los primeros atisbos de corrupción financiera al interior de la antigua serie, la nueva —Retorno a la Democracia— continuó su avance. Contra lo previsto por sus productores y coguionistas, se fue provocando ruido y fisuras en el guion y en el maquillaje a medida que avanzaban las temporadas. Pinochet —comandante en Jefe del Ejército hasta el 2 de marzo de 1998—, tuvo que ir dejando los cargos que pretendían perpetuarlo en el poder. Aunque el 11 de marzo de 1998 asumió como senador vitalicio, su fuero parlamentario no impidió que se iniciaran diversos procesos judiciales en su contra. Caso emblemático fue su detención en Londres (la capital de Inglaterra, no el centro de torturas y desapariciones de Londres 38, que estuvo a cargo de la DINA) en octubre de 1998 y el caso Riggs, que lo acusaba de malversación de fondos públicos.

Estuvo más de un año detenido en Londres. La senaduría vitalicia la mantuvo hasta el 4 de julio de 2002. Luego, en Chile enfrentó una multitud de demandas por los atropellos a los derechos humanos cometidos durante su gobierno: detenciones ilícitas, apremios ilegítimos, asesinatos, desapariciones terrorismo de Estado. Entre ellos los asesinatos del general Carlos Prats y esposa, y del excanciller Orlando Letelier y su secretaria Ronni Moffitt.  Su muerte ocurrió el 10 de diciembre de 2006, paradójicamente el Día Mundial de los Derechos Humanos.

Las fisuras del guion de la serie Retorno a la Democracia siguieron aumentando con reformas parciales a la narrativa hasta que —luego de revueltas crecientes que culminaron con el episodio del estallido social de octubre del 2019— la confrontación se resolvió con un plebiscito (25 de octubre de 2020) donde el 78,27 por ciento de los 7.520.528 votantes aprobaron otra serie:  Un Nuevo Chile es Posible. Y en posteriores elecciones (15 y 16 de mayo de 2021) el 78,99 por ciento de los electores acordó que su guion fuese redactado por un conjunto amplio de 155 guionistas: la Convención Constituyente.

LO QUE ESTÁ EN JUEGO EL DOMINGO

Sin embargo, algo ocurrió en el intertanto —no sé qué, interferencias en el guion, personajes más libres que lo requerido, o menos, o una mano mora— tal que en la pasada primera vuelta la posibilidad de una serie antagónica surgió en el horizonte: El retorno del Pinochetismo. Una especie de secuela de Dictadura.

Por lo tanto, ahora, en la segunda vuelta del próximo domingo 19, lo que estará en disputa serán ambas series. Si gana Boric, la nueva serie Un Nuevo Chile es Posible recibirá el vamos del soberano y en marzo del 2022 se iniciará su primera temporada.

Pero si gana Kast, se avizora la serie El retorno del Pinochetismo. Dadas las recientes declaraciones de Kast en sus debates, como las referidas a detención de personas en lugares que no sean cárceles y estados de sitio, el temor de que si ganase sería así, parece confirmarse. Y entonces: “¡God save the people!”, diría mi mentor Indiana. –

___________________________

* JOTA JONES (Temuco, Chile, 1946). Es un detective privado psicoastrólogo y tarotista. Su arcano es La Estrella. Su primera aparición pública es en Diego Portales: dossier de un estadista (Juan Jorge Faundes M., 1994. Santiago: Zigzag). En septiembre de 2013 investiga el suicidio del general Mena. Luego incursiona en algunas columnas del citado Faundes en la revista Punto Final (“La feria electoral”, noviembre 2013; “Bachelet, la película”, marzo, 2014; “S.M. Michelle I al filo del jaque mate”, abril, 2015; “Jota Jones y el regalo-bomba”, diciembre, 2016). Se le cita en Poesía revolucionaria chilena (Ocean Sur, 2014, p. 140). Salva el mundo en febrero del 2007 (El Círculo del Jabalí de Fuego. El Retorno a Ítaca-Amazon, 2017).  El 2020 empieza a investigar el Covid-19… trabajo aún en curso.

Publicidad
Botón volver arriba