Milton Friedman, la Revuelta y el Intervencionismo de Larroulet
por: Juan Jorge Faundes Merino
Milton Friedman, el padre del neoliberalismo, elaboró un principio o ley que permite entender —aunque resulte paradójico— por qué desde la Revuelta de octubre de 2019 se saltó con un contundente apoyo mayoritario a la Convención Constituyente. Pero, sobre todo, para comprender la campaña del terror previa a las próximas elecciones, emanada desde La Moneda, a través de Cristián Larroulet, principal asesor de Piñera.
Este principio le sirvió a él y a los Chicago ‘boys, —los mismos del think tank (laboratorio de ideas y estrategias) Libertad y Desarrollo cuyo fundador Cristian Larroulet es hoy el asesor principal de Piñera en el “segundo piso” de La Moneda— para instalar en Chile el modelo económico neoliberal durante la dictadura del general Pinochet. Los otros fundadores de Libertad y Desarrollo, además de Larroulet fueron Hernán Büchi, Carlos F. Cáceres y Luis Larraín, todos ex altos funcionarios o ministros de Pinochet y operadores de la implantación del neoliberalismo en Chile.[i]
Friedman publicó el año 1962 un libro clásico (Capitalismo y Libertad) en el que expone: “Solo una crisis, real o percibida, produce un cambio real. Cuando ocurre esa crisis, las acciones que se toman dependen de las ideas que están por ahí. Esa, creo, es nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, mantenerlas vivas y disponibles hasta que lo políticamente imposible se convierta en políticamente inevitable.” (Capitalism and Freedom, Fortieth Anniversary Edition, p. xiv).[ii]
En síntesis, su fórmula es: una crisis real o percibida más ideas que flotan en el aire crean las condiciones para que una política imposible se torne políticamente inevitable si las acciones que se realizan son afines a las ideas que priman en el ambiente.
Crisis + Ideas ambiente + Acciones = Cambio
En el caso de la Revuelta de 2019, las ideas que estaban en el ambiente y venían aumentando progresivamente y con fuerza desde las movilizaciones estudiantiles del 2011 y 2016 —y que se reflejaban en sondeos y encuestas— eran desconfianza en los políticos, desconfianza en las instituciones, desprestigio de la Iglesia Católica, desprestigio del Ejército (milicogate), desprestigio de Carabineros (pacogate), demandas por pensiones, acceso a la salud, acceso a la educación, precios de los servicios básicos, en un amasijo emocional de rabia, inseguridad y tristeza.
Un estudio cuantitativo de Activa Research realizado entre el 22 y 23 de octubre de 2019[iii] , sobre la base de entrevistas online a través de un panel representativo con cobertura nacional, mostró un fiel retrato de estas ideas y emociones que flotaban en el ambiente: sueldos de los trabajadores (87,1%), precios de los servicios básicos de luz, agua y gas (86,3%), pensiones de los jubilados (85,7%), desigualdad económica entre los chilenos (85,2%), costo de la salud (79%), precio del transporte público (76%), alza de tarifas en el Metro (72,4%), precios de los medicamentos (72%), costo de la educación (71,2%), abusos en precios de productos y servicios (67,6%), colusiones de las empresas en sus precios (65,2%), dificultad de acceso a la vivienda propia (57,4%), endeudamiento (56,4%).
A ello se agregó el miedo de la derecha y en particular del presidente Piñera, que se reflejó en el mensaje de la primera dama sobre que iba a sobrevenir una especie de ataque alienígena y en las propias palabras del primer mandatario acerca de enfrentaríamos una guerra.
Ante ese clima, las acciones adecuadas fueron la negociación que concluyó con el plebiscito y lo que hasta antes de octubre de 2019 parecía imposible se trocó en políticamente inevitable: el plebiscito y la elección de la Convención Constituyente.
Larroulet arremete con la fórmula Friedman
Según una investigación de Eduardo @adderou Ingeniero Civil en Computación del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile y dada a conocer en Twitter, hay evidencias que vinculan a Larroulet y a Juan José Bruna, director de Comunicaciones de la Secretaría General de Gobierno, con un video que José Antonio Kast y Larroulet empezaron a difundir a través de Twitter. El video, anidado en el sitio web violenciasymentiras.cl acusa a Gabriel Boric y a Yasna Provoste de un concentrado de hechos violentos ocurrido durante el estallido social. Ya se han iniciado acciones para que la Contraloría General de La República investigue el eventual intervencionismo electoral de La Moneda.
El objetivo de lo que muestra el video está claro:
La “crisis” o situación inestable (en chileno podríamos decir “río revuelto”) es esta semana previa a las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Las ideas y emociones en el ambiente son las que el video pretende generar: una percepción de miedo e inseguridad, ya que el gobierno de Boric o de Yasna Provoste causará hechos vandálicos y la destrucción de bienes públicos y privados. Votar por ellos es votar por la violencia y quizás la guerra.
Las acciones adecuadas y correspondientes a ese clima de terror, es el propio video llamado a votar por la paz.
Y el resultado que esperan: lo políticamente imposible (el triunfo del ultraderechista Kast) podría trocarse en inevitable.
El presunto autor según muestra el sitio de NIC Chile, ya que es quien paga el sitio web del video, es Juan José Bruna, director de Comunicaciones de la Secretaría General de Gobierno quien desmiente que el gobierno tenga algo que ver. Sería una acción personal. Pero la boleta de cobro de NIC Chile es elocuente:
Por su parte, Larroulet, jefe de asesores de Piñera, para muchos, el “presidente” en la sombra, fue de los primeros en twittearlo:
Y como guinda de la torta: Eduardo @adderou descubrió que la agencia de publicidad encargada del sitio web del video es «Leiter Agency Design» con dos clientes muy especiales: Ministerio Secretaría General de Gobierno y el think tank Libertad y Desarrollo. Por su parte, la especialidad de Bruna es master en comunicaciones estratégicas.
Y basta hurgar un poco en Internet para darse cuenta además que esta agencia está ligada a la Universidad del Desarrollo como espacio para prácticas de sus estudiantes.[iv] Y resulta que Hernán Büchi es el presidente del directorio de esta universidad. [v]
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Hernán Büchi Guzmán, subsecretario de Salud donde reglamentó el sistema de salud privada (1981), ministro director de la Oficina de Planificación Nacional (1983 y 1984), superintendente de Bancos e Instituciones Financieras (1984) y ministro de Hacienda (1985-1989).
Luis Larraín Arroyo, ministro Director de la Oficina de Planificación Nacional (1989-1990).
Carlos Cáceres Contreras, miembro del Consejo de Estado (1976-1982), presidente del Banco Central (1982-1983), ministro de Hacienda (1983-1984) y ministro del Interior (1988-1990).
[ii] El texto original en inglés: “Only a crisis — actual o perceived — produces real change. When that crisis occurs, the actions that are taken depend on the ideas that are lying around. That, I believe, is our basic function: to develop alternatives to existing policies, to keep them alive and available until the politically impossible becomes politically inevitable.”