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La justicia funciona en Bolivia: Por golpista se encuentra presa expresidenta Jeanine Áñez

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La expresidenta interina boliviana Jeanine Áñez fue detenida en la madrugada de este sábado en relación a una investigación sobre conspiración en el Golpe de Estado contra el ex mandatario Evo Morales, situación por la que se le acusa por sedición y terrorismo, entre otros delitos.

Áñez y sus exministros están acusados de “terrorismo, sedición y conspiración”, igual que los excomandantes militares y policiales que demandaron la renuncia de Morales en 2019.

La organización de derechos humanos Humans Rights Watch criticó que se esté usando la figura de “terrorismo”. Esta institución hizo lo mismo cuando el Gobierno de Áñez la empleó contra el expresidente Evo Morales. “Las órdenes de captura contra Áñez y sus ministros no contienen ninguna evidencia de que se haya cometido el delito de terrorismo” y “generan fundadas dudas de que se trata de un proceso basado en móviles políticos”, tuiteó su director, José Miguel Vivanco. Este cree que se debe realizar una investigación “seria e independiente” sobre una supuesta conspiración para cometer un golpe de Estado.

La televisión boliviana mostró a Áñez llegando al aeropuerto de El Alto, que sirve a La Paz, momento en que tildó de «ilegal» su detención, a preguntas de la prensa. Junto a ella, que no estaba esposada, aparecían el ministro del Gobierno (Interior), Carlos Eduardo del Castillo, y varios policías.

Capturan en Bolivia a expresidenta Jeanine Áñez

«Informo al pueblo boliviano que la señora JeanineÁñez ya fue aprehendida y en este momento se encuentra en manos de la policía», había anunciado antes Del Castillo en sus cuentas de Twitter y Facebook, felicitando a las fuerzas del orden por su «gran trabajo (…) en esta gran e histórica tarea de dar justicia al pueblo boliviano».

Áñez, desde una celda del cuartel de la policía, escribió una carta a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y a Michael Dóczy, embajador de la Unión Europea en Bolivia. En la misiva, la expresidenta pide que estos organismos envíen misiones oficiales de observación “a objeto de que evalúen de manera objetiva e imparcial la ilegal aprehensión de la cual hemos sido víctimas mi persona y mis dos exministros”. La exmandataria considera que no goza de las garantías y condiciones necesarias para un debido proceso: fue detenida sin antes ser informada de que formaba parte de un juicio y no se presumió su inocencia.

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