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Caso Hagan: Buscan firmas para solicitar la reapertura de la investigación

La voz, los oídos y la sangre de Erica Faith Hagan siguen en Temuco buscando al asesino y a sus encubridores.

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Hoy, 28 de julio, se cumplen seis años de la llegada de una joven norteamericana a Temuco. Vino con la ilusión de crecer profesionalmente como psicóloga y aportar a esta sociedad. Sin embargo se encontró con un trágico destino en manos de un desalmado que camina libre por las calles, junto a sus encubridores.

Actualmente el caso está cerrado, el cual guarda un conjunto de errores, encubrimientos y pistas falsas; sin olvidar a un rondín que estuvo más de ocho meses detenido y erróneamente  acusado de ser el asesino de la joven norteamericana.

«Erica llegó con mucha ilusión y sueños de ayudar a sus alumnos que abran sus almas y que se sientan escuchados y así, mostrarles que el silencio no es el camino para encontrar la justicia. Pero los relatos confiados, fueron callados junto con la voz de Erica. El asesino y sus cómplices destruyeron toda evidencia que guardaba para hacer las denuncias respectivas» 

La noche del 5 de septiembre, la desquicia y, quizás celos irracionales, pausaron la calma y literalmente, llenaron de sangre un espacio que hasta el día de hoy permanece cerrado, el departamento en el cual fue hallado el crimen. El colegio Bautista de Temuco tiene una herida que aún no sana y no lo hará hasta que se encuentre el asesino y los encubridores. ¿Puede seguir la normalidad un colegio que fue testigo de un asesinato?.

¿Quién era Erica Faith Hagan?

Una joven psicóloga nacida en Estados Unidos, alegre con una sonrisa luminosa, amiga de sus amigos, aventurera, radiante y sobre todo una mujer llena de sueños. Vino desde el estado de Kentucky al colegio Bautista de Temuco a hacer una pasantía para colaborar con sus alumnos desde su idioma nativo, el inglés. Y como psicóloga, su misión era ayudar en la orientación, mediante la escucha y el compartir experiencias con sus alumnos.

Su paso por Temuco

El 28 de julio del 2014 llega a Chile. En Temuco la recibe Marta Muñoz quien pasó a ser una especie de madre chilena para Erica, más bien fue su mentora y quien la trajo a trabajar como pasante desde su experiencia como hablante nativa del Inglés. Marta es la jefa de idiomas del colegio Bautista de Temuco y lleva muchos años en esa institución. En este mismo establecimiento es donde estudió su hijo Esteban Gutiérrez Muñoz, quien conoció a Erica en Temuco por medio de su madre. Formaron una amistad singular, en donde compartieron comidas familiares en casa de los Gutiérrez – Muñoz, hogar que habitaba Marta, su marido Harold y su hijo Esteban. (Cabe resaltar que la casa de ellos queda a cien metros del departamento facilitado a Erica por el colegio Bautista, departamento en el cual aparece asesinada).

Como antes mencionamos, los días que Erica estuvo en Temuco, conoció a varios alumnos, además, tuvo cercanía con una profesora llamada Cecilia. En la investigación del asesinato, Cecilia aparece señalada en un rumor en el cual Erica le comentó sobre supuestas amenazas que habría tenido por haber descubierto asuntos relacionados con  abusos sexuales ocurridos  en dependencias relacionadas al establecimiento.

Mediante confesiones de dos alumnas, Erica se entera que éstas fueron abusadas en los campamentos de verano. Existe un audio en el cual se habla sobre el cierre de un hogar de niños en Lautaro. El cierre de éste se realizó luego del asesinato de Erica.

 

La trágica noche del asesinato

La última persona que vio con vida a Erica fue Robinson Soto, un ex alumno del colegio Bautista que conoció a la joven en EEUU y que retomó su amistad el mismo día en que asesinaron a la psicóloga. Esteban y Robinson se conocieron en el colegio.

 “Siempre recuerdo eso. Aquella noche sangrienta no logramos un acuerdo. Tuve que actuar y simplemente fue por necesidad”.

El título de esta publicación corresponde a algunos versos que Esteban Gutiérrez compuso. La canción se titulaba algo así como “Bloody night thirsty for love” traducida como “Noche sangrienta sedienta de amor”. Hablamos en pasado porque extrañamente fue bajada de todas las plataformas musicales (no obstante, aún siguen subidas 5 canciones suyas).

Se puede decir que tenemos la certeza de que la letra de la canción escrita por Esteban Gutiérrez sobre “una noche sangrienta” hace referencia a la noche que asesinaron a Erica. Cercanos de él, afirman que luego del asesinato, Esteban ya no es la misma persona.

Tras un intento de incendio del departamento donde vivía Erica, y una inundación provocada por el agua de la tina, el asesino trató de limpiar todo rastro del crimen. No obstante, en el sitio del suceso quedaron muchas pruebas las cuales fiscalía desestimó.

Para el abogado querellante de Cris hagan, padre de Erica, resulta impactante la cantidad de violencia ejercida en el asesinato de la joven psicóloga, Gaspar Calderón, asegura que el crimen descartaba de inmediato el perfil del rondín y este calzaba con  rasgos  sicopáticos que se dan en personas desalmadas o con orientación sexual homosexual.

Antecedentes relevantes del caso

Para la fiscalía fue el rondín Domingo Cofré quien asesinó a la joven, con objetivo de robarle su sueldo. Las pruebas sobre esta afirmación y que en primera instancia estimó el fiscal Miguel Ángel Velasquez fueron insuficientes; en consecuencia, su error le costó al ministerio público una demanda por 200 millones por parte del padre de Erica; a Domingo Cofré le significó estar detenido por ocho meses, siendo acusado injustamente. Se desconoce si Cofré recibió o no un dinero en modo de indemnización. Pero la jugada que terminó por hundir más la credibilidad del fiscal, fue que sobreseyó a los primeros cuatro imputados y sospechosos por el asesinato de Erica, transformándolos de sospechosos a simplemente testigos.

Los cuatro sospechosos que fueron sobreseídos como testigos son: Marta Muñoz, profesora del colegio Bautista, único contacto cercano con la víctima. Harold Gutiérrez, esposo de Marta también cercano a la psicóloga y el primero en entrar a la escena del crimen y cubrir con la cortina del baño el cuerpo de la joven brutalmente asesinada. El otro sospechoso igual sobreseído es el hijo de ambos y también conocido por Erica, Esteban Gutiérrez Muñoz, profesor de Inglés y actualmente músico. El último sobreseído es el ingeniero y conocido de Erica, Robinson Soto Ellicker, hasta el momento se presume ser el último que vio con vida a Erica, sin contar con el o los asesinos.

¿Quién es el asesino que camina libre por las calles y quiénes son sus encubridores?

Durante dos años agentes del FBI estuvieron en Chile, específicamente en Temuco, recopilando información para preparar el informe que se presume saldrá a la luz en octubre o noviembre de este año. Ellos, muy eficientemente, ya tienen las pruebas para culpar al asesino, cómplices y encubridores. Así también, alguien muy cercano a Erica, quien comparte su sangre, y es su voz, sus oídos y su último grito de justicia, trabaja para poder reabrir el caso gracias a nuevas pruebas, para cerrar el episodio más horrendo en la justicia chilena, en donde de justicia no tiene nada.

Su madre, Regina D. O`Neal, es una mujer que espera de todos nosotros un gran apoyo para poder tener el descanso que necesita. Desde el día del asesinato de su hija, ella no ha detenido su lucha. A pesar de todo, la familia de Erica tuvo que hacerse fuerte ya que les tocó la dura experiencia de viajar desde norteamérica para asistir en la cremación de su hija. Nadie de su familia tuvo la oportunidad de despedir a Erica.   El mensaje de la madre es que a los que saben alguna información que pueda servir en el proceso, la hagan saber cuanto antes, para  cortar el pacto de silencio que ha estado desde entonces.

A continuación dejamos un link con la solicitud de la reapertura del caso, existiendo evidencias  para que la Fiscalía, investigue y enjuicie a los encubridores hasta llegar con el asesino y los cómplices.

Link para firmar por la reapertura del caso Hagan

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