Alarmante estimación por falta de camas hospitalarias ante evidente aumento del COVID-19
El científico chileno Tomás Pérez-Acle, del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV), proyectó un escenario de saturación para los sistemas de salud a nivel local

El biólogo computacional chileno, quien trabaja en el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, además recibe financiamiento de las oficinas de investigación de la Fuerza Aérea y del Ejército de Estados Unidos, afirma que si a principios de abril llegamos a 10 mil infectados, considerando una tasa de progresión diaria del 29%, necesitaríamos 1.800 camas hospitalarias y, de estas, 500 camas UCI.
«Dado nuestro precario sistema de salud, que colapsa todos los años por la influenza y el virus sincicial, el 3,8% de muertos de Italia nos parecerá un edén». En esta condición –sostiene el científico– no solo los pacientes de coronavirus estarán en riesgo, sino además todo aquel que necesite hospitalización de urgencia o una cama UCI. «Aunque parece una película de terror, esto es justo lo que está pasando ahora en Italia, donde los médicos deben escoger a quién salvan y a quién dejan morir».
Según cifras de la OCDE, Chile dispone de 2,2 camas por cada mil habitantes, muy por debajo del promedio de la alianza, de 4,9 y del propio país peninsular (el más afectado por la pandemia, tras China), que registra un indicador de 3,7. Se estima que a nivel nacional existen más de 20 mil camas, pero solo 500 de ellas –entre la salud privada y la pública– corresponden a las unidades de cuidados intensivos.
“La experiencia internacional demuestra que, mientras antes se tomen las medidas de forzar la cuarentena, el número de infectados será mucho menor”, enfatiza el científico. Para el investigador, el mayor riesgo pasa por el cierre de la ventana de oportunidad para actuar mientras se alcanza la fase exponencial.