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Fundadora de los chalecos amarillos en Francia sobre el movimiento en Chile: «Traicionan la esencia»

Los "chalecos amarillos chilenos" comenzaron a armarse generando amplio rechazo entre otros sectores de la población. El peor ejemplo lo dio el estadounidense John Cobin, quien disparó en Reñaca a un grupo de manifestantes, dejando una persona herida.

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Origen de los chalecos amarillos

El nombre de Jacline Mouraud alcanzó relevancia el 18 de octubre de 2018 cuando denunció a través de redes sociales los aumentos en el precio del combustible en Francia, registro que se viralizó rápidamente y fue calificado como el origen del movimiento que comenzó un mes después en las calles del país galo en protesta por las políticas del gobierno de Emmanuel Macron.

Ese movimiento fue el de los «chalecos amarillos», nacido para reivindicar los derechos de la clase trabajadora y, donde Mouraud, de 51 años, es considerada la inspiradora, tomando en cuenta que lograron frenar las alzas y protagonizaron una de las peores crisis constitucionales de ese país.

Chalecos amarillos en Chile

Esos mismo chalecos amarillos fueron los que surgieron coincidentemente un año después en Chile tras el estallido social del 18 de octubre. Sin embargo, su función fue otra: frenar los robos y saqueos que pudieran producirse en diferentes comunas.

Los «chalecos amarillos chilenos» comenzaron a armarse generando amplio rechazo entre otros sectores de la población. El peor ejemplo lo dio el estadounidense John Cobin, quien disparó en Reñaca a un grupo de manifestantes, dejando una persona herida.

La diferencia

Para Jacline Mouraud, estos hechos «desgraciadamente traicionan la esencia misma del movimiento de los chalecos amarillos», según señaló a La Tercera. La francesa añade que además el chaleco amarillo «se ha convertido en un símbolo mundial, en un uniforme de protesta«, propósito que considera no se cumple en Chile.

Agrega en tanto que en Francia, «los chalecos amarillos no atacaron a los manifestantes, ya que ellos son los manifestantes».

Sobre la protesta chilena, Mouraud expresa que «es comprensible (…) Lo que es común a todos los levantamientos populares que el planeta está experimentando actualmente, es la mala distribución de riqueza. Estamos presenciando el colapso de la sociedad financiera que dará nacimiento a un modelo más virtuoso. Mientras tanto, estamos experimentando un período de caos«.

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