La Araucanía: Atractiva oferta turística del primer Geoparque de Chile

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En abril recién pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, incluyó a las comunas de Lonquimay, Curacautín, Vilcún y Melipeuco dentro de la red mundial de Geoparques, compuesta por 147 lugares en apenas 41 países de todo el orbe. Una decisión fundamentada en una serie de elementos que hacen de esta zona de La Araucanía Andina un destino único a nivel internacional, desde el punto de vista turístico, cultural y geológico.

Kütralcura, que en mapudungún significa “Piedra de fuego”, comprende una superficie de 8.100 kilómetros cuadrados, más del 25% de la superficie de la región. En él se encuentran 6 áreas silvestres protegidas – Parque Nacional Conguillío, Reserva Nacional Malalcahuello y Reserva Tolhuaca, entre otros – además de los volcanes Llaima, Lonquimay, Tolhuaca y Nevados de Sollipulli, y el extinto volcán Sierra Nevada. Para Héctor Benitez, guía turístico del Geoparque “esta zona es un modelo de gestión y además incluye a la ciudadanía y poner en valor el patrimonio geológico y eso asociado a la cultura y a la naturaleza, con posibilidades de realizar actividades de turismo aventura, ecoturismo, geoturismo con lugares de importancia geológica de más de 180 millones de años de antiguedad”

Además, Kutralkura incluye parte de la Reserva de la Biosfera Araucarias, con una amplia diversidad de especies, y dentro de la cual, hace unos 2 mil años, se mantienen comunidades mapuche pehuenche, como parte de la memoria viva de este rincón del planeta.

Para la Encargada de medio ambiente de la Municipalidad de Curacautín, Pamela Valladares “la importancia de la declaratoria es poder juntar todas estas visiones: ambiental cultural turístico y que la gente sepa de qué se trata esta declaratoria de Geoparque Kutralkura y no sea sólo un tema de las empresas turísticas”. Por su parte el Gerente de Vórtice Chile, José Luis Álvarez, asegura que los emprendedores turísticos “nos hemos propuesto sensibilizar a la comunidad, a través de un trabajo con la municipalidad y también con nuestro gremio, dirigido a las organizaciones sociales de la comuna y también a nosotros mismos, para saber qué es un Geoparque, cuáles son los geositios importantes que pueden ser parte de nuestra oferta turística”. Para ello han desarrollado actividades geoturísticas y educativas, mediante las cuales se traslada a organizaciones sociales con guías especializados a los “geositios”, para promover la protección, la investigación y la difusión del patrimonio geológico. 

Dentro de estos geositios del Geoparque Kutralkura se encuentran los geisers y fumarolas ubicados en las Termas de Malleco, punto de atracción turística, en particular en el mes de octubre, cuando se celebra el mes de las termas en la zona, que incluyen a las Termas Cañón del Blanco, a unos 10 kilómetros de la ruta Curacautín – Lonquimay e instaladas en medio del bosque y a metros del río Blanco, y cuya fuente de agua termal es obtenida directamente de las napas subterráneas. Más próximos a la misma ruta internacional, los saltos de La Princesa y del Indio impactan por su majestuosidad, y forman parte de la red interna de geositios del Kutralkura

Pero sin duda el punto central del Geoparque Kutralkura lo constituye la laguna Captrén, en el Parque Nacional Conguillío. Además de ser catalogada como el núcleo de la reserva mundial de la biosfera Araucarias, aún durante el mes de octubre mantiene su superficie congelada y rodeada de nieve, lo que permite la práctica del esquí randoneé, para llegar a admirar este espectáculo natural. En sus alrededores “podemos tener un circuito de 3 kilómetros a la redonda de dos horas, con interpretación y para todo tipo de público. Acá puedes observar diferentes tipos de aves y fauna y una flora nativa de coihues, lengas y araucarias”, explica el guía turístico Héctor Benítez. Próximo a la laguna se encuentra el Mirador de los Escoriales del volcán Llaima, otro de los geositio de lavas volcánicas antiguas. De acuerdo al representante de la agencia de turismo Epu Pehuen, de Curacautín, Sebastián Núñez, “se trata de la erupción del año 1957. Éste es un geositio que representa la diversidad de una erupción volcánica en el que podemos ver las lavas petrificadas”.

Otro de los puntos de atracción turística, es el Centro de esquí Corralco, que mantiene nieve durante la primavera, además de gastronomía con identidad, a cargo del chef mapuche Miguel Catricheo, quien utiliza elementos, recetas e ingredientes propios de las comunidades indígenas de la zona. “Siempre tratamos de incluir propuestas gastronómicas que incluyan productos locales y también mapuche. Ocupamos productos que recolectan las comunidades aledañas porque creemos que es lo más interesante para un turista que viene de afuera y viene aprender cultura y gastronomía de nuestra región”, explica Catricheo, asegurando que utilizan “piñones, harina de piñón, changles, murtas, duraznos betarraga, rosa mosqueta. Y todo eso hace que sea más interesante, porque además de presentarle platos distintos, podemos contarles una historia”. Todo ello a los pies del volcán Lonquimay, considerado como otro de los geositios de Kutralkura, al igual que el Llaima.

Tanto Corralco, como los domos en altura y a orillas del río Cautín de Vórtice o las Cabañas Newenpüllü, permiten el descanso de los visitantes. En el caso de las cabañas, Constanza Delgadillo enfatiza que “nosotros estamos enfocados mucho en la ecología. No estamos colgados de la Red de energía eléctrica y sólo estamos sostenidos por energía solar”. Una iniciativa que se ha multiplicado en los emprendimientos de la zona cordillerana de Curacautín pues, asegura, “en este valle hay muchos alojamientos que tienen esa tendencia”.

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