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Fiscal revela que un escupo y una lata de cerveza dieron el material genético para hallar a los sospechosos.

Este lunes fueron encontradas las armas utilizadas: una escopeta calibre 12 y dos pistolas 9mm

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Este miércoles, los tres detenidos inculpados de la muerte de los tres carabineros en Cañete, pasarán al Tribunal a fin que puedan ser vistas sus medidas cautelares y se formalicen los cargos por los que serán investigados.

Mientras esto ocurre, el fiscal a cargo de la causa, Roberto Garrido, ha entregado detalles sobre cómo ocurrieron los fatídicos sucesos del pasado 27 de abril. Uno de estos datos son las pistolas utilizadas para asesinar a los carabineros. Se trata de dos pistolas de 9 mm las cuales fueron encontradas el pasado lunes en el terreno de la casa de los hermanos Antihuen y que  fueron sustraídas a los uniformados antes de su ejecución.

Asimismo, este martes en una nueva pericia en el sitio donde supuestamente escapó el cuarto involucrado en este hecho, fue encontrada una escopeta que habría ocupado el autor de los disparos para dar muerte a los funcionarios junto a partes del uniforme de las víctimas.

Durante esta tarde, el fiscal Garrido precisó que las escuchas telefónicas fueron relevantes para la detención de los sospechosos. «Las escuchas telefónicas fueron importantes… nos permitió saber el paradero de las personas, sus conductas, poder hacer seguimientos indiscretos y recopilar a partir de esas actividades, por ejemplo, el juntarse con un amigo para beber cerveza, un perfil genético que nos permitió compararlo con la evidencia que teníamos en el sitio del suceso». A esto se sumaría un escupo hallado en la Región Metropolitana, durante el viaje de uno de los implicados. 

El profesional manifestó que hay plena certeza que en el asesinato de los uniformados se utilizó una escopeta calibre 12, que no portaban los carabineros, además de las pistolas 9mm perteneciente a los funcionarios. 

Consultado por el autor de los disparos, Garrido sentenció que hay presunción que la escopeta usada en el asesinato fue entregada por Nicolás Rivas Paillao, a Felipe Antihuén Santi, sindicado como uno de los autores de los disparos. 

«Nuestro propósito es individualizar a todas las personas que participaron en este ataque, ese va a ser nuestro objetivo final y vamos a ir avanzando en la medida que tengamos elementos de convicción y no vamos a cesar en ese intento y en eso confiamos en el trabajo que hace carabineros con el aporte de los fiscales», sentenció Garrido, dando cuenta que a estos cuatro imputados se podrían sumar nuevos individuos, por cuanto existiría la convicción que el grupo de personas que participaron en la emboscada y asesinato fueron de cuatro a seis personas.  

Recordemos que Felipe Antihuen Santi, Yeferson Antihuen Santi y Nicolás Rivas Paillao se encuentran detenidos a la espera de su audiencia de formalización. En tanto, Tomás Antihuen Santi se encuentra prófugo, siendo buscado por personal de Carabineros y las Fuerzas Armadas.

Santis y los hermanos Antihuén, habrían protagonizado otros hechos delictuales usando las mismas armas, situación que explica porque estaban aún en el domicilio de los detenidos  

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