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Incertidumbre por escaso avance de proyecto que convertiría al edificio del Liceo «Lechuga» en Cesfam

Visita de Temucodiario.cl revela las dudas y temores entre vecinos del Barrio Tucapel ya que advierten que inseguridad aumenta en las cercanías al recinto.

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En el corazón del emblemático Barrio Tucapel se instala la incertidumbre ante el futuro del tan esperado nuevo CESFAM, que tomará forma en las antiguas instalaciones del ex Liceo Aníbal Pinto B-20.

Aunque la aprobación y el inicio del proceso de diseño generaron expectativas, a casi dos años de dicha aprobación, las obras aún no han despegado, y eso preocupa a los vecinos quienes ansiosos quieren ver mejoras tangibles en su comunidad.

Esta incertidumbre se ve exacerbada por la sensación de abandono en cuanto a la seguridad que ha caracterizado al barrio durante estos años. Los residentes del Barrio Tucapel claman por medidas que contrarresten el creciente sentimiento de inseguridad que permea sus calles.

La delincuencia en aumento ha llevado a una sensación de vulnerabilidad entre los habitantes, y la esperanza es que el nuevo CESFAM no solo mejore la atención médica, sino que también sirva como un catalizador para incrementar la vigilancia y la seguridad en la zona, como lo señala Cecilia Morales, locataria del sector, quien anhela que este sea  un cambio positivo que revitalice tanto los negocios locales como también la seguridad en las calles. “Ojalá fuera un cambio favorable en cuanto a que se incremente el negocio. Pero que, además, ayude a aumentar la fiscalización y la seguridad, ya que este barrio se ha vuelto cada vez más peligroso y esto ayudaría a darle otro plus”, comenta.

Para algunos vecinos, como Pablo Cerda, quien ha trabajado por años en el sector, la inacción podría estar ligada a la incertidumbre política. “Todas las personas que tienen que hacer algo aquí se pasan la pelota unos con otros. Invirtieron como 15 palos en hacer ese cerco que está ahí, para que no se metiera la gente a seguir saqueando en donde ya no había nada en realidad”.

RESCATE

En medio de esta encrucijada entre el pasado y el futuro, el Barrio Tucapel se aferra a la esperanza y la determinación de sus habitantes. Con el destino del edificio del ex Liceo Aníbal Pinto en juego, la comunidad se une en un llamado a la acción y la colaboración.

La transformación del ex liceo en un centro de salud promete ser un hito para el barrio, pero Egidio Ramírez, vecino del sector, advierte que la estructura, cargada de historia, no puede ser fácilmente desechada debido a su estatus como patrimonio nacional. Esta dualidad entre el deseo de progreso y la preservación del patrimonio añade una capa adicional de complejidad al proyecto. “Esto que está botado acá, serán unos 6 o 7 años. Yo estudié aquí de primero a octavo. En ese tiempo era la Escuela Estándar N° 5 y la de al lado era la Escuela N° 16 de niñas, luego pasó a ser Liceo diurno y nocturno para la gente que terminaba 2 cursos en 1. Pero todo fue cambiando y empezó a haber cada vez menos estudiantes hasta que todo murió. La historia del Liceo debe ser rescatada”.

Con todo, la revisión de la infraestructura por parte del equipo de Temucodiario.cl, nos debe llevar a ciertas conclusiones. La urgencia de una respuesta a la comunidad sobre el avance de la iniciativa y llevar certezas de que este lugar tendrá un destino y no otro sueño olvidado.   

En lo inmediato, su estructura sigue en deprimente deterioro, atrayendo foco de inseguridad a quienes viven a su alrededor, a pesar del cerco que lo separa de la calle.

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