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Columna de Opinión

La Urgente Necesidad de Visibilizar la Lucha de las Mujeres en la Política Chilena

Columna de opinión por Lorena Alarcón Jacque Directora Fundación InnovaPaís

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Hace más de 90 años, el 18 de enero de 1934, se promulgó la Ley N°5.357, que otorgó a las mujeres
chilenas mayores de 21 años y alfabetizadas el derecho a votar en elecciones municipales y a ser
candidatas para el cargo de alcalde. La lucha por el sufragio femenino en Chile contó con la
participación de mujeres destacadas como Martina Barros, una católica liberal con fuertes vínculos
políticos, económicos y sociales, del siglo pasado que defendió el voto femenino y la igualdad de género,
instalando en los cerrados y exclusivos círculos de la época el espacio de libertad y decisión de la mujer
chilena. Amanda Labarca, profesora titular de la Universidad de Chile, proveniente de una incipiente
clase media a principios del siglo XX, fue una figura clave en el movimiento feminista chileno. Labarca
comprendió que el voto femenino no podía imponerse por la fuerza y promovió un feminismo adaptado
a la realidad chilena, impulsando las capacidades intelectuales de las mujeres para el beneficio general.

En 1941, Elena Caffarena, abogada de finales de la década de 1920, a través del MEMCH (Movimiento
pro Emancipación de las Mujeres en Chile), presentó un proyecto de sufragio universal que no se
concretó debido al fallecimiento del presidente Pedro Aguirre Cerda. En 1948, durante el gobierno de
Gabriel González Videla, se aprobó la ley de sufragio femenino, aunque con restricciones para las
mujeres de izquierda, reflejando cómo las diferencias ideológicas seguían dificultando los derechos
civiles.
Estos esfuerzos iniciales establecieron las bases para el reconocimiento de la igualdad intelectual de
las mujeres y su participación en la vida pública. Aunque inicialmente solo el 9% de las mujeres
habilitadas se inscribieron para votar, este primer paso abrió el camino hacia el sufragio universal y
aumentó la visibilidad de las demandas femeninas.
A pesar de estos avances históricos, la representación femenina en la política chilena sigue siendo
insuficiente. Con menos de 100 días para las elecciones de gobiernos locales, es crucial visibilizar la
lenta evolución de la participación femenina en el poder local. En Chile, solo un 17% de los cargos de
elección popular de gobiernos locales son ocupados por mujeres. De las 32 comunas de la Araucanía,
solo 2 son dirigidas por mujeres.

Entre las barreras que enfrentan las mujeres para postularse a cargos políticos se encuentran el
desinterés de los partidos (78%), la falta de tiempo debido a las labores de cuidado (28%), el desinterés
de las propias mujeres (26%) y la carencia de recursos económicos (20%). Un 72% de las mujeres opina
que los partidos políticos no hacen lo suficiente para incluir a más mujeres en política, y el 80%
considera que los cargos de elección popular no avanzan en la agenda de derechos de las mujeres.
La lucha por una mayor participación de las mujeres en la política chilena es un desafío urgente que
requiere el compromiso y la acción decidida de todos los sectores de la sociedad, en especial de las
aún élites políticas que restringen de manera tácita los espacios de decisión. Solo mediante un esfuerzo
conjunto permitirá un mejor debate femenino en política, equiparando la cancha con un mejor sistema
de cuidados, más y mejor formación política en escuelas y liceos, y un sistema de cuotas que permita
el acceso real de las mujeres a la política incidental chilena para asegurar una representación justa y
equitativa que refleje verdaderamente la diversidad y los intereses de toda la ciudadanía.

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