Portal de datos mundial sobre pueblos originarios demuestra grave omisión de sus derechos en Chile
El Navegador Indígena, una plataforma internacional que analiza y compara información sobre el estado de los derechos de los pueblos originarios en el mundo, se puso en marcha en Chile con resultados negativos. El proceso de monitoreo concluyó que la ausencia de un reconocimiento constitucional impide una efectiva garantía de los derechos colectivos de las comunidades, lo que repercute directamente en la protección y calidad de vida de sus integrantes.
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El Navegador Indígena es un portal de datos internacional enfocado en pueblos originarios coordinado por IWGIA (Grupo de Trabajo Internacional para Asuntos Indígenas), con el apoyo de la Unión Europea. La herramienta global permite monitorear y comparar la implementación de los derechos de los pueblos indígenas en los distintos países y continentes. Ya ha sido implementada en 30 países y este 2024 Chile se sumó al proyecto a través del Observatorio Ciudadano. Los territorios seleccionados para el estudio en nuestro país fueron 27 comunidades mapuche del Txawun de Comunidades Mapuche de Temuco, en la Región de La Araucanía y 16 comunidades mapuche williche del Consejo de Comunidades Mapuche Williche Kimun Newen de Puyehue, en la región de Los Lagos.
La recopilación permitió identificar diversas temáticas clave para estos contextos como la tenencia de la tierra y el territorio, los derechos sobre los recursos naturales, el derecho a la consulta, la participación de las mujeres indígenas, y el acceso a servicios como salud, educación y vivienda, entre otros aspectos.
¿Los resultados? De 112 preguntas, el Navegador evidenció que en Chile no existe un reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, lo que conlleva una grave ausencia de garantías para sus derechos territoriales. Así lo confirma la coordinadora del programa de Derechos Indígenas del Observatorio Ciudadano, Karina Vargas: ‘‘Lo que se evidencia para todos los pueblos indígenas de Chile es la falta de su reconocimiento a nivel constitucional como pueblos y la falta de reconocimiento de sus derechos colectivos. Chile es uno de los dos únicos países de América Latina que no ha reconocido a los pueblos indígenas en su constitución política”.
A su vez, plantea la idea de que el no reconocimiento de sus derechos territoriales conlleva además a una falta de protección de sus modos de sustento y formas de vida: ‘‘Si afectan sus territorios, afectan también las formas de vida comunitaria que desarrollan en estos espacios, afectan la transmisión de su cultura ligada a estos entornos, lo que repercute en sus formas de subsistencia y en sus economías locales’’.
Puyehue: El caso de la comunidad atrapada por un Parque Nacional
A 80 kilómetros de Osorno hacia la cordillera, la comunidad Ñielay Mapu participó activamente en el Navegador Indígena compartiendo una compleja situación histórica que se presenta desde su nombre: Ñielay Mapu significa “los sin tierra”.
Las tierras que históricamente han habitado de pronto quedaron como parte del Parque Nacional Puyehue cuando este se creó en 1941 sin participación ni consulta de las comunidades. Con el tiempo, parte del Parque fue desafectado para que centros turísticos y hoteles se puedan instalar ahí. La comunidad registró su temor constante a perder sus tierras, debido a las restricciones impuestas por el Estado a residir dentro de una reserva nacional: ‘‘El problema que tenemos es el no reconocimiento de nuestro derecho a la tierra, en cuanto el Estado mismo desafecta y concesiona partes del parque , incluso estando nosotros dentro porque nosotros no hemos usurpado, nosotros somos y estamos acá’’, asegura Norma Vargas, presidenta del Consejo Kimun Newen de Puyehue y de la comunidad Ñielay Mapu.
De acuerdo al Diario Constitucional, a fines de 2020 la Corte Suprema acogió un recurso de protección presentado por la misma comunidad, el cual ordena someter a una consulta indígena un proyecto que modifica los deslindes del Parque Nacional Puyehue. El proyecto impulsado por el gobierno de Michelle Bachelet en 2017, planteaba crear una cartografía oficial del parque sin iniciar un proceso de consulta indígena, a pesar de que el Ministerio de Bienes Nacionales tenía conocimiento de la presencia de la comunidad indígenaen su interior.
Al respecto, el abogado de la comunidad, Carlos Guerrero, asegura que la ocupación tradicional de estas tierras está respaldado incluso por informes antropológicos históricos: ‘‘El Estado no ha reconocido esa ocupación tradicional ni tampoco ha trabajado en soluciones para poder avanzar en propuestas de titulaciones de tierra y que dé certeza jurídica a la ocupación que tienen desde tiempos inmemoriales’’.
Además de su uso residencial, la comunidad cuenta con terrenos de gran significación cultural que han persistido históricamente en el territorio. Sin embargo, estos espacios han sido invadidos por el Estado, afectando su valor espiritual. Así lo señaló Norma Vargas: ‘‘Una puntualidad que se explicó en el Navegador Indígena es lo que sucede en nuestra comunidad, donde históricamente hemos vivido y donde tenemos también varios sitios espirituales como ngen, menoko, lil, trayenko (cascada)’’.
El caso de abandono municipal del Txawün de Comunidades Mapuche de Temuco
La capital regional de La Araucanía, Temuco está habitada en un alto porcentaje por población indígena (25% según el Censo 2017). Sin embargo, el crecimiento de la ciudad sin una debida planificación, consulta y participación a las comunidades mapuche que están establecidas alrededor de la ciudad ha traído consigo un grave problema: la ocupación indebida de tierras indígenas.
De los datos que recogió el Navegador Indígena con el Txawun de Comunidades de Temuco, desde 2008 se han registrado parcelaciones y apropiaciones de tierras sin el consentimiento ni la información adecuada hacia las comunidades que viven en el límite del radio urbano de la ciudad. Lo que ha ocasionado el desarrollo de múltiples proyectos habitacionales y otros establecimientos en áreas que ancestralmente pertenecen a comunidades
Danko Marimán, parte de la coordinación del Txawun (encuentro) de comunidades de Temuco, acusa que existe un proceso sistemático de vulneración de sus derechos: “Hoy día prácticamente un tercio de la comuna de Temuco , es decir casi 90 mil personas no indígenas viven sobre títulos de Merced en distintas zonas; condominios, villas, loteos y zonas industriales’’’.
Debido al acelerado crecimiento de la ciudad en los últimos años, en marzo de este año, el Concejo Municipal de la capital regional aprobó $1 mil 500 millones de pesos para actualizar el Plan Regulador de Temuco, , el cual permitirá instalar y renovar el mobiliario urbano, las áreas verdes y la señalética de la ciudad. No obstante, hasta la fecha no se les ha realizado ninguna consulta indígena por parte del municipio.
“Hoy en día existen alrededor de 27 títulos de Merced directamente afectados y otros 15 de manera indirecta, debido al crecimiento de este radio urbano que, hasta la fecha, no ha considerado un diálogo intercultural sobre cómo debe diseñarse”, aseguró Marimán, haciendo énfasis en la vulneración sistemática de sus garantías territoriales.
Estas afectaciones, que abarcan hasta 2 mil hectáreas, han provocado la pérdida de tierras, la desaparición de espacios de significación cultural, surgimiento de microvertederos y otros impactos negativos. Además, se suma el hecho de que el municipio está ad portas de iniciar la modificación del Plan Regulador Comunal.
‘‘El municipio tiene que hacer una consulta indígena y nosotros estamos a la espera que lo haga. Sin embargo, nuestro problema mayor es que mientras más esperamos, nuestras comunidades seguirán siendo desafectadas’’, afirmó Nelly Hernández, de la Comunidad indígena Antonia Huaiquilaf, una de las comunidades que integran el Txawun Temuco.
Hacia una segunda etapa del Navegador Indígena: fortaleciendo iniciativas comunitarias
¿Qué sigue de aquí en adelante? El Navegador Indígena ya ha comenzado una segunda etapa de trabajo, cuyo objetivo principal es incidir en espacios de toma de decisiones para lograr una participación efectiva de las comunidades: “El Navegador Indígena entra ahora en una etapa donde las comunidades definen qué se hace con los resultados obtenidos, los cuales son útiles en sí mismos para las comunidades cómo una fotografía de cómo están actualmente; , sino que también podrán emplear los datos para seguir incidiendo con los tomadores de decisión e ir monitoreando la situación de sus derechos”, explicó la coordinadora Karina Vargas.
Asimismo, las comunidades del Txawun de Temuco se encuentran en estos momentos diseñando una iniciativa comunitaria que busca fortalecer sus economías locales y soberanía alimentaria: ‘‘En base a lo que ha surgido de esta plataforma, las comunidades empiezan a fortalecer sus iniciativas de economía soberanía alimentaria y agricultura, priorizadas mediante el nutram, rescatando saberes ancestrales’’, puntualizó.
Las comunidades optaron por enfocarse en la autonomía alimentaria, implementando módulos y talleres destinados al cuidado y cultivo de semillas nativas y hortalizas orgánicos, integrando conocimientos ancestrales, elaboración de abonos naturales, entre otros
‘‘Las comunidades escogieron ese tema básicamente porque tiene que ver con nuestro espacio, nuestro territorio, y, obviamente, con el objetivo de que se reconozcan nuestros sabores y también renazca la forma en que nuestros antepasados cultivaban’’ expresó Nelly Hernández, de la Comunidad indígena Antonia Huaiquilaf del sector Rengalil.