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ActualidadColumna de OpiniónPolítica

PARA QUE NUNCA MÁS EN CHILE

Nos acercamos a conmemorar los 50 años del golpe cívico–militar sufrido el 11 de septiembre de 1973

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Fecha que nos inunda de sentimientos y recuerdos que nos hacen mirar con dolor, con pesadumbre, con desesperanza los cruentos hechos sucedidos, dado que la muerte, la tortura contra el ser humano es el más absoluto sin sentido; es el atentado más grave contra nuestra dignidad humana, en donde absolutamente nada justifica lo acontecido.

¿Cómo seguimos? Me atrevo a sugerir que con una memoria activa que nos permita aprender de todo lo sucedido, recordando a quienes ya no nos acompañan, forjando un futuro caracterizado por valores que nos permiten convivir como hermanos y hermanas.  En este sentido, el sello valórico de Santo Tomás nos ofrece un fundamento sólido que permite, en la medida que lo entendamos y vivamos, construir espacios y relaciones mejores con el aporte de todos y todas, teniendo como horizonte compartido el bien común.

En primer lugar, respeto, fraternidad e inclusión como garantía de mínimos civilizatorios para que todas las personas, sin excepción, puedan desplegar sus proyectos de vida al máximo, para que nadie perciba, por su manera de pensar, de vivir o de actuar, ningún atisbo de discriminación, de odio, de descalificación que se transforman luego en barreras para su despliegue vital

Pensamiento crítico para poder ponderar con prudencia las decisiones a tomar de manera personal, grupal y gubernamental y así formar una sociedad que mira y aspira a formar espacios justos anclados en la verdad, que no es otra cosa que todo aquello que beneficia al ser humano, pues solo esto nos puede ayudar como sociedad. 

Finalmente, la excelencia y el esfuerzo como el aporte personal y grupal a nuestra casa común para forjar un presente y un futuro mejor para todas las y los ciudadanos y para los que vendrán.  La práctica de estos valores nos permitirá decir con mayor sentido y con protagonismo común: para que nunca más en Chile, para que nunca más.

Christian Guzmán Verdugo

Subdirector Nacional de Formación e Identidad Santo Tomás

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